Nos encontramos en Plaça de la Independència, en Gerona. Jose ha escogido un restaurante japonés especializado en shushi donde le gusta ir con su familia y amigos. Al entrar en el restaurante una amable japonesa nos atiende y guía hasta la mesa reservada, dado que el sitio suele estar lleno habitualmente. Mientras nos acomodamos, él pide su menú: “Para beber: sake caliente. Por favor”. Cuando acabo de pedir mi plato me comienza a explicarme cómo empezó a recibir clases de informática en el instituto.
Más tarde, gracias a sus ahorros compró su primer ordenador (que años después me vendería a mí). Ahí comenzó a forjarse su futuro como informático. Mientras esperamos hambrientos nuestro primer plato me comenta sus aspiraciones entre una carcajada “espero que en un futuro no muy lejano, si puede ser, acabe la carrera”. Desea encontrar un buen trabajo, que sea interesante y que paguen bien, por supuesto.
Al llegar nuestro esperado shushi me comenta, entre bocado y bocado, que tuvo que dejar su último trabajo porque no soportaba al jefe. Tenía que ayudarle para cualquier chapuza con los ordenadores, “no me pagaba las horas extras…“. Tras una breve explicación, describe la parte que más le gusta de la informática: la administración de sistemas y redes. Llega el segundo plato, shashimi.
Hace poco llamaron a José Mª para una entrevista como administrador de la red del AVE de Gerona. Encuentra una interesante posibilidad, dado que trabajaría de lo que mejor hace y porque en estos tiempos de crisis no está mal salir del paro. Tendrá que ponerse el cinturón, pues está ansioso por acabar la carrera.
Al degustar el peculiar postre de helado frito afirma que en su tiempo libre está con su hija y su esposa, “intento pasear con mis niñas cada vez que puedo”. Nos cuenta que cuando no no encuentra la solución a los problemas los problemas o trabajos de informática se pone a ver series o a echar un vicio para desestresar-se.
Por último, pagamos la gustosa comida. Nos despedimos de la amable camarera y nos vamos al coche con el estómago satisfecho y bien lleno. Casi sin poderme mover, subo en el asiento del copiloto para volver a casa.
Más tarde, gracias a sus ahorros compró su primer ordenador (que años después me vendería a mí). Ahí comenzó a forjarse su futuro como informático. Mientras esperamos hambrientos nuestro primer plato me comenta sus aspiraciones entre una carcajada “espero que en un futuro no muy lejano, si puede ser, acabe la carrera”. Desea encontrar un buen trabajo, que sea interesante y que paguen bien, por supuesto.
Al llegar nuestro esperado shushi me comenta, entre bocado y bocado, que tuvo que dejar su último trabajo porque no soportaba al jefe. Tenía que ayudarle para cualquier chapuza con los ordenadores, “no me pagaba las horas extras…“. Tras una breve explicación, describe la parte que más le gusta de la informática: la administración de sistemas y redes. Llega el segundo plato, shashimi.
Hace poco llamaron a José Mª para una entrevista como administrador de la red del AVE de Gerona. Encuentra una interesante posibilidad, dado que trabajaría de lo que mejor hace y porque en estos tiempos de crisis no está mal salir del paro. Tendrá que ponerse el cinturón, pues está ansioso por acabar la carrera.
Al degustar el peculiar postre de helado frito afirma que en su tiempo libre está con su hija y su esposa, “intento pasear con mis niñas cada vez que puedo”. Nos cuenta que cuando no no encuentra la solución a los problemas los problemas o trabajos de informática se pone a ver series o a echar un vicio para desestresar-se.
Por último, pagamos la gustosa comida. Nos despedimos de la amable camarera y nos vamos al coche con el estómago satisfecho y bien lleno. Casi sin poderme mover, subo en el asiento del copiloto para volver a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario