miércoles, 26 de enero de 2011

Almuerzo con... Dani Martin

“Ahora vais a ver si soy capaz”

Elisabet Sarro, Barcelona 08/11/10
La luz del sol atravesaba la fina cortina de aquella cafetería nueva a la vista de mis ojos. Al retirarla ya le veía venir de lejos un poco sofocado. Se sentó ágilmente en la silla excusándose con una sonrisa. “He ido esta mañana al Corte Inglés a comprarlo, es como un ritual que hago siempre que saco un disco y pienso que me da buena suerte”. Es curioso tener a un famoso como Dani Martin delante y que venga de comprar su propio disco.
El camarero se acercó a nosotros, Dani se decantó por pedir un café y un minibocadillo de jamón. Mientras esperábamos el almuerzo Dani comentaba con gran entusiasmo lo mucho que le llena que sus fans se acerquen a él con el disco en la mano para firmarlo. “El otro día en el Retiro me trajeron uno de los primeros ejemplares y la verdad es que cuando lo abrí me sentí muy orgulloso de que eso fuera mío y que llevara mi nombre, porque creo que es un trabajo súper digno, muy cuidado y sé todo el cariño que se le ha puesto a cada cosa de ese disco. Quiero creer que la gente percibe esas cosas”. Movía las manos y se tocaba la barbilla constantemente con una gran sonrisa de satisfacción.
El madrileño explica el significado que quiere transmitir con la canción Pequeño, que no para todos es interpretada de la misma manera. “Habla de las personas a las que de pequeños les dicen que no van a ser capaces, tú eres gordo, tú eres pequeño, eres delgado, eres un gafotas… Y de repente ese pequeño, ese gafotas, ese gordito se rebela y alza su cabeza para delante y dice ahora me vais a ver si soy capaz”. Dani añade que para él este disco cuenta sentimientos y vivencias que tenemos todos los seres humanos, realidades que duelen.
Habla sin parar casi sin dar bocado a la comida. Se acerca la hora de marcharse y Dani da el último sorbo al vaso. Se despide con esa amabilidad y simpatía que transmite siempre, y se marcha. Desaparece entre la gente con toda su naturalidad, aunque de un segundo a otro alguien se le abalanzará encima al reconocerlo.

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