sábado, 29 de enero de 2011

ALMUERZO CON... AMANCIO SÁNCHEZ

ALMUERZO CON... AMANCIO SÁNCHEZ

Sobrevolar las dunas del Sáhara es todo un privilegio”


Cuando le pregunto a qué se dedica, contesta: “A viajar en globo”. “No es raro que te sorprenda, reconozco que es una profesión poco habitual”, añade medio riendo. Advierto en su amplia y sincera sonrisa que es un tipo franco, transparente y que cuenta lo que realmente siente.

Amancio Sánchez, 47 años, nació por esas cosas de la vida en Bellver de Cerdanya, pero ha vivido siempre en Blanes y es un enamorado de nuestra población, aunque creo que él se considera un amante del mundo. Fundó hace ya unos cuantos años el “Mediterrani” y anteriormente el conocido “Nou Wiener”, bares musicales, punto de encuentro de toda una generación.

“¿Qué te parece si nos sentamos en la terracita del Bacchio?”, me pregunta mientras paseamos. “Me gusta saludar a la gente”, añade finalmente, y deduzco que no es casualidad que sea alguien popular y querido por aquí.

Recuerdo de muy niño esos encuentros en casa de unos amigos de toda la vida de mis padres donde conocí a Amancio, ese colega que desprendía un espíritu aventurero. Él pide una cerveza y yo un refresco. La vierte con profesionalidad en el vaso mientras me explica que son muchos años detrás de una barra, millones de bebidas servidas encajando siempre manos y abrazos con ese optimismo natural que le define como persona. “Me gané bien la vida durante un tiempo no sin gran esfuerzo con los pubs pero tú ya sabes que soy culo de mal asiento y necesitaba volar más alto. Descubrí la indescriptible experiencia de volar en globo un poco por casualidad y, poco a poco, me atrapó, hasta el punto de que decidí dedicarme plenamente a ello”.

Me cuenta entusiasmado las miles de horas volando, sobrevolando no sólo Catalunya, sino fuera de nuestras fronteras. Uno de sus primeros viajes al extranjero fue a Marruecos. Él y seis globos más estuvieron sobrevolando durante seis días ese exótico país. Uno de sus mayores retos, no exento de peligrosidad ni apta para todo el mundo, fue el vuelo sobre las dunas del desierto de Erg Chebbi. “Sobrevolar las dunas del Sáhara es todo un privilegio” comenta en un tono entre orgulloso y satisfecho. Pero sigue hablando y veo que la lista es mayor de lo que yo creía: Perú, México, Portugal, Bolivia, Colombia... Enmudece unos instantes y le pregunto: ¿En qué piensas, Amancio? Vuelve a sonreír si es que en algún momento ha dejado de hacerlo y mirándome a los ojos que le brillan ahora más que nunca, me responde: “ Martín, ya le conoces, verdad? “.Claro, pienso yo, su primer hijo que nació hace poco más de tres meses, lleva parte de ese último país en sus genes. La compañera de su vida , Adriana, le ayudó a completar ese último proyecto, entre vuelo y vuelo.

Le imagino feliz entre las nubes pilotando su globo...

No hay comentarios: