miércoles, 2 de febrero de 2011

Almuerzo con... José Luís Sánchez

"Se ha perdido el espíritu navideño"

Nuestro invitado se decanta por un menú completo y saludable: De primero, escoge una ensalada verde con verduras, y de segundo, dorada a la plancha acompañada de patatas al horno. “Necesito comer sano y equilibrado después de las comilonas de Navidad”, afirma antes de ser servidos.

Hoy cenamos con José Luís Sánchez, uno de los pajes del rey Melchor, encargado de escuchar atentamente los deseos de niños, jóvenes y de recoger las cartas que ellos mismos entregan para su rey favorito. Lleva más de 30 años realizando el mismo trabajo y se siente muy orgulloso de ello, puesto que, día a día, observa centenares de caras felices e inocentes que acuden a él para pedirle aquellos regalos que quieren recibir ese 6 de enero mágico. “Mi experiencia me dice que la sociedad ha cambiado muchísimo en el transcurso de todos estos años. Se ha perdido el espíritu navideño”, explica mientras se dispone a seguir comiendo.

Sánchez ha retenido muchos recuerdos que le hacen llegar a la conclusión de que, cuando comenzó su labor como paje, los niños no pedían gran cantidad de regalos, sino que le daban más importancia al hecho de que, en estas fechas tan señaladas para la mayoría de sociedades, la familia hiciera un gran esfuerzo para reunirse, aunque fuera una vez al año. “Actualmente, los niños se sientan en mis faldas para entregarme sus cartas. Unas cartas interminables sin ni siquiera dejarme por escrito si consideran que se han portado bien durante todo el año, puesto que están acostumbrados a recibir sus regalos al margen de su comportamiento”, argumenta Sánchez sin ningún reparo. Esto es debido, según nuestro paje, a que los padres de hoy en día inculcan a sus hijos unos valores navideños muy diferentes a los que se intentaba transmitir anteriormente:

La Navidad es un sinónimo de “regalos”. “Esto también es debido a la publicidad masiva”, afirma mientras acaba la comida. Y es que los anuncios publicitarios nos intentan vender un canon de felicidad equivocado transmitiéndonos la idea de que el niño más feliz es aquel que posee el mayor número de juguetes y consolas.

Nuestro invitado de hoy, trabaja en uno de los mejores centros comerciales de Barcelona, en el centro comercial “Diagonal Mar”, aunque se convierta en paje por un día.

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