viernes, 28 de enero de 2011

Una mañana con... Olga Teira

“... el esfuerzo es lo que hace que una persona continúe recordando”

Llegué a la tienda de dietética. Al entrar, la vi sentada, acabando de escribir en un papel unos pedidos. Cuando dejó el lápiz en la mesa, me ofreció una silla y entonces empezamos a hablar.

“Entonces las mujeres de la plataforma me vinieron a buscar a mi estudio”, terminó así la primera respuesta sobre la exposición Sentiments…, que organizó la Plataforma de Dones de Blanes para concienciar a la población sobre la violencia machista. Con una sonrisa en la cara me contaba que la fotografía es lo que más le gusta, lo que más le apasiona, y como a la mayoría de los fotógrafos, no le gusta que la fotografíen.

Entre palabras y miradas me contaba lo difícil que le había costado hacer una buena exposición de fotografías para la Plataforma de Dones de Blanes. En esa exposición trabajó mucho la imaginación y aprendió mucho, me cuenta mientras se retira el mechón que se le desliza por la cara. Con los ojos brillantes, me dice que está orgullosa de haber podido trabajar con unas mujeres tan encantadoras como lo son ellas, las mujeres de la Plataforma, que no esperan nada a cambio de todo el esfuerzo que realizan.

“Al principio todo esto me daba miedo, pues no sabía casi nada del tema y solo conocía los estereotipos falsos que se han creado” me respondió con una voz temblorosa. Sonriéndome, entonces, me dijo que a László, fotógrafo colaborador de la exposición, lo conoció porqué él se interesó por su trabajo, aunque en realidad, me dijo riéndose, fue la mujer de él quien contactó con ella en el estudio de fotografía donde hacía unos años había trabajado.

Contándome alguna de las fotografías, me dijo que uno de los conceptos que más le costó trabajar fue el de la mujer sola, y el de la mujer aislada del mundo, dos conceptos que se podrían confundir dependiendo de como esté hecha la fotografía, pero ella cree que como le han quedado las fotografías de estos dos sentimientos, ya se entiende cuál es cuál, y entre risas, me contestó: “por suerte, lo que también ayuda a que cada una sea la que es, es el título que lleva debajo”. Aun así, con seriedad, me mencionó como si fuera un secreto: “les propuse que las fotografías que tomaramos no fueran tan claras, sino más simbólicas; ya que si la gente las ve y les hace pensar un poco, cuando pasa el tiempo las siguen recordando, por el contrario, si ves una fotografía y es tan sencilla y tan fácil que la interpretas en el momento en que la miras, quizá, al salir de la exposición no te acuerdes de ella, pues el esfuerzo es lo que hace que una persona continúe recordando”. Sorprendida ante sus palabras, le pregunté algo que le costó responderme: “¿cómo te inspiraste para hacer cada fotografía?”. Me contó que se inspiraba dependiendo del día, del momento, del ambiente, de lo que leyera, y que no había ningún método para ello. La mayor impresión y satisfacción que se llevó una vez finalizada la exposición, fue ver a gente llorar frente a una foto: “y es que no fue solo una persona o dos que se detenían frente a la misma fotografía y lloraban”.

Para finalizar, me comentó que en el foto forum que organizaron, se sintió muy acogida al por el público, y eso que no le gusta nada ser protagonista.

Y con una sonrisa en la cara, le di las gracias por haberme aportado tanta información. Me despedí de ella dentro de la tienda, y al salir, me sentí realmente feliz de saber todo el proceso de realización de la exposición de fotografías.

No hay comentarios: