viernes, 28 de enero de 2011

Un café con...Cristina Fernández Recasens

"Tal vez la publicidad esté afectando demasiado al mundo del arte"

El aire es fresco y el viento entra en la ropa provocando largos escalofríos, y esa es la motivación del porqué nos dirigimos, la joven poeta Cristina Fernández y yo, rápidamente a un bar a compartir un cappuccino y un té verde. Un móvil como grabadora, música de fondo y empieza la entrevista.

“Yo no he escrito siempre, pero siempre he leído”, ríe respondiendo a la pregunta de si siempre le ha gustado escribir, “Mis padres siempre me cuentan que cuando era pequeña, por muy tarde que fuera, me iba a la cama y me ponía a leer, y si no leía un poco, no me dormía”. Cristina es nueva en el mundo literario, pero su pasión por los libros la llevó a estudiar el Bachillerato Humanístico en el Instituto Serrallarga a Blanes, su ciudad natal, y más tarde a publicar una antología de poemas que lleva como titulo Aprender a dibujar el viento, ganadora del Premi Rei en Jaume de poesía. En un recorrido por su pasado, Cristina recuerda que escribía en un diario. Coloca los ojos mirando en parte al vacío, que son recuerdos lejanos. “Siempre llevaba encima una libreta donde escribía. De esta época son unas libretas donde apuntaba citas. Copiadas de libros y también frases como de agenda de cuando tienes catorce o quince años”, ríe alternando con sorbos de su té.

El tiempo transcurre tranquilamente, pero Cristina hace verdaderos saltos temporales en su vida “Después fui escribiendo, escribiendo, colaborando con revistas de aquí de Blanes”. En pocas palabras, la joven poeta ha cerrado un capitulo de su vida entrando directamente en el libro de la historia. Con 25 años, recién salida de la universidad, Cristina se encontraba con muchísimos papeles, con poemas y quería hacer algo con ellos. “Y de allí llegó el viento”, dice sonriendo conectando con su antología. Al acabar su carrera, decidió ordenar esos papeles y sacar un libro, que ha sido después su primera publicación. “Estuve trabajando con textos desde 2004 a 2009 y acabé haciendo una evolución”. Cristina empieza a hablar de su obra con una especial pasión. “Como es una evolución, el libro se divide en cinco momentos…cinco estados de mi alma. El libro del viento está construido como un viaje a través de estas cinco partes”. La charla empieza a coger matices más metafóricos cerca del recurso que utilizó principalmente en su libro: el viento. “El viento es la poesía. No la puedes agarrar. Yo tenía la imagen del viento moviendo las hojas de los árboles, pero no lo ves a él”. Sin cortarse, explica cómo cuando volvió de la universidad , el primer invierno que pasó en Blanes estuvo muy sola y fue cuando escribió el libro. Por esa razón, le pareció justo presentar el libro en Blanes y hacerlo rodeada de gente. Esta presentación fue un recital en el centro cultural Els Padrets. “Era como si acabase un ciclo y estuviera lista para presentarlo a todo el mundo”. El recital fue una conjunción de pintura, con los cuadros de un amigo suyo pintor, música, acompañada por guitarra y también una trompeta, danza, que interpretó una amiga suya, y también arte multimedia con el vídeo hecho por su pareja. Todos eran amigos y ella remarca su importancia en la escritura como en la vida.

“No sé qué es exactamente inspiración. Yo cuando escribo poemas me fijo una imagen o una idea y después la trabajo desde la razón. Pero hay otros poemas que son frutos del momento”. Hemos cambiado de tema, hablamos de la inspiración que se necesita al crear obras o al programar un recital multicultural. En un intento de buscar la definición exacta Cristina la define como una disposición a trabajar una idea, sin tener vergüenza por lo escabrosa o vergonzosa que sea. El miedo al público está totalmente ausente. “No creo que alguien pueda escribir 200 poemas por inspiración. La inspiración es solo una chispa. Tiene que haber trabajo detrás”. Con tranquilidad, explica que no se tiene que tener miedo a no tener inspiración. “Lo que hay que hacer es seguir la voz que uno tiene dentro. Hay que buscarla y encontrarla”. En esta búsqueda, explica, ella a veces ha acabado visitando a otros autores.

“Espero seguir escribiendo. Pero hoy en día no es posible vivir de la escritura”. En estas pocas palabras Cristina explica cómo escribir no será el trabajo de su vida. Desafortunadamente es verdad que a día de hoy no es posible vivir del propio arte. Pregunto por proyectos y ella sonriente asegura que tiene otro, Radical, que es otra antología de poemas, esta vez en catalán, que ya ha enviado a un concurso.

La conversación se mueve ahora hacia la figura del artista y del arte actual. Según ella este es un periodo de experimentación, que abre muchas puertas y que permite muchos estilos, y le parece muy bien. Desde su punto de vista, el arte es muy libre y ella no es persona que cierra caminos. Respondiendo qué piensa sobre las formas más actuales de hacer poemas, que muchas veces no siguen rimas, ni métrica, explica que rima y métrica son herramientas. Y así como en la poesía en todos los géneros puedes experimentar, aunque, a veces, algunos experimentos no se entienden muy bien por parte del lector. “Me parece bien experimentar, a mí no me importa. Pero si haces una cosa que nadie puede leer y entender, no la publiques” dice riendo. Actualmente se publican muchos libros y ella, siempre con su sencillez, explica que el problema de los experimentos es que se publican libros que a lo mejor la humanidad no tiene las herramientas para entender o donde no hay nada que entender. “Hoy la moda está más unida a la estética, tanto en el cine como en la escritura”, explica. “Se hacen obras de arte muy bonitas, pero vacías. En ese sentido, es un mal de la época. Tal vez la publicidad esté afectando demasiado al mundo del arte”. Y revela cómo este amor a la estética crea libros a lo mejor vacíos. “Lo que sí me ha interesado de los últimos movimientos es la que se llama Metaliteratura, que es la literatura que habla de uno mismo. Es muy interesante pero ya se acaba. No tiene salidas”.”Echo de menos un libro que sea solo ficción, como Alicia en el País de las maravillas”. Una breve mirada nostálgica se presenta en su rostro.

¿Y ahora? Esa es la pregunta. ¿Qué quiere hacer ahora después de haber publicado su primera antología? Sin muchas dificultades, explica que ahora hace lo que quiere, que a lo mejor no va a volver a escribir y a lo mejor sí. Ella misma no se define como escritora. “No creo que publicar un libro te haga escritor”, dice riendo. En los últimos minutos ahondamos la imagen del artista. “Artista es quien tiene una trayectoria, un proyecto de estudio de la propia voz para hacerla evolucionar. Yo he publicado un libro pero no creo que me haga escritora. Creo que lo hace más una trayectoria”.


3 comentarios:

Unknown dijo...

Realmente me encantó el reportaje que le has hecho a Cristina Fernandez, por la objetividad en darnos a conocer un poco mas de ella.Buen trabajo Felicitaciones!!

... dijo...

Marco!

Muchas gracias por tu entrevista!

Sólo una cosa: la metaliteratura no habla de uno mismo sino de la literatura misma!

Nos vemos con el viento!

cristina fernández

http://aprenderadibujarelviento.blogspot.com

Lourdes Domenech dijo...

Cristina, te agradezco que hayas accedido a realizar la entrevista y, ¡cómo no! que hayas visitado el texto de Marco.